La resistencia al cambio
La buena noticia es que nada de esto es así, los seres humanos por definición estamos sujetos a cambios desde cuando nacemos, en nuestras relaciones, en nuestro cuerpo, en nuestra mente y en el entorno. Mientras más pasa el tiempo, más transformaciones surgen en la vida de cualquier ser humano.
Sin embargo, y volviendo al inicio, el cambio la mayor parte de las veces nos trae angustia, incertidumbre, tanto así que nuestra actitud frente a éste a veces es lo negativo y no el cambio en sí, una actitud cerrada y temerosa es la manera más rápida de estancarnos y frustrarnos.
Esa actitud requiere de la transformación que se produce cuando tienes la seguridad de que todo cambio es positivo y presenta una oportunidad, sólo tienes que agudizar los sentidos para verla y acogerla con entusiasmo. Imagina por un momento que lo que tú estás viendo como una catástrofe, está siendo una hermosa mutación que te traerá una puerta abierta a un mejor futuro.
Cada persona o situación llegan a tu vida porque estás listo para aprender de ellos y tienen una misión perecedera. Fíjate bien en lo que te rodea y haz un recuento del pasado, notarás que cada suceso y cada persona te han conducido a una evolución y a un crecimiento, si no hubiesen aparecido esas personas o esas situaciones, tú serías un bebé en cuerpo adulto, acostúmbrate a ver a las personas y a los hechos como tutores de un mundo en el que todos los días se te presenta la oportunidad de crecer y superarte.
Para hablarte de nuestro caso: quienes trabajamos en Profexor.com, aceptamos los cambios como realidades diarias, esto hace que contemos con la flexibilidad de movernos con el vaivén del entorno, y esa experiencia la usamos para prepararte a ti para que recibas los cambios con mente abierta y cada vez con más conocimientos provechosos.
Aprende, pero deja ir a lo que ya es pasado en tu vida.
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